Lugar de almacenamiento: El lugar de almacenamiento debe ser fresco, seco y bien ventilado para evitar la acumulación de humedad, lo que puede causar aglutinación y deterioro. Idealmente, el área de almacenamiento debe tener la temperatura controlada y alejarse de la luz solar directa, ya que la exposición al calor y la luz también puede degradar la calidad del pigmento.
Recipiente: El recipiente utilizado para almacenar el pigmento en polvo debe ser hermético, para evitar que la humedad y el aire entren en el recipiente. Los recipientes de plástico o vidrio con tapas bien selladas son buenas opciones. Asegúrese de que el contenedor esté claramente etiquetado, para que pueda identificar fácilmente el contenido.
Separación de otros materiales: mantenga el pigmento en polvo separado de otros materiales que puedan contaminarlo, como productos químicos, líquidos o alimentos. Guárdelo en un área dedicada, lejos de otros artículos, para evitar la contaminación cruzada.
Manipulación: tenga cuidado al manipular el pigmento en polvo, ya que puede dispersarse fácilmente en el aire e inhalarse. Use una máscara protectora y guantes cuando manipule el polvo, y evite crear polvo vertiéndolo con cuidado y lentamente en el recipiente.
Vida útil: finalmente, es importante tener en cuenta que incluso con el almacenamiento adecuado, el polvo de pigmento eventualmente caduca. Verifique la vida útil recomendada por el fabricante y use el pigmento en polvo antes de que caduque para garantizar una calidad y un rendimiento óptimos.